martes, 5 de julio de 2022

INTELIGENCIA Y APRENDIZAJE

El tema de la inteligencia y la educación ha sido largamente debatido, ¿Es la inteligencia heredada o aprendida? ¿Contribuye la escuela al desarrollo de la inteligencia?


La inteligencia ha sido definida de múltiples maneras y así como se habla de una inteligencia, también se habla de múltiples inteligencias, Gardner (2011), por ejemplo.



La RAE simplemente define inteligencia como la capacidad de entender, comprender y resolver problemas , lo compara con habilidad o destreza.


Y mientras Gardner propone que las inteligencias pueden dividirse en varias tales como  inteligencia lingüística, musical, lógico-matemática, etc. para explicar cómo se desarrollan las capacidades humanas, se ha pretendido usar esta teoría en la educación, sin embargo esta no es una teoría pedagógica lo cual ha acarreado serios errores de aplicación. 


En mis primeros años de educación, la gente clasificaba a los alumnos en dos grandes grupos, de una manera muy simple: los listos y los tontos. Los listos se ponían en un grupo, el grupo A era el de los “aplicados”, y los del grupo B eran los tontos o “los burros”, así de simple. Debo admitir que no pertenecí mucho tiempo al grupo A.



Con el tiempo comencé a tener dificultades con las matemáticas, lo cual se asentó más en la preparatoria y eso me hizo quedarme rezagado respecto a mis demás compañeros.  Llegué a pensar “no tengo cabeza para las matemáticas”. ¿Así fue realmente? o quizás no tuve la instrucción adecuada o las oportunidades adecuadas . 


Los estudios recientes dicen que el desarrollo de las distintas capacidades humanas mucho tienen que ver con la habilidades innatas, pero no es la última medida para predecir que alguien será exitoso. El ambiente, la cultura, los estímulos externos y las facilidades brindadas también son factores que influyen en el desarrollo de las habilidades, aun en personas sin capacidades sobresalientes. 


Como resultado de mi fracaso en las matemáticas opté por hacer carrera en el área de ciencia sociales, razoné “al menos ahí no tendré que usar matemáticas”, pronto me di cuenta que estaba equivocado. 


No me fue mal en la área de ciencias sociales y con el paso de los años y por la forma en que se llevaban los cursos de la escuela de Leyes, descubrí que podía aprender por mi cuenta y desarrollé la capacidad autoaprendizaje, lo que me acompañó el resto de mi vida. 

Así aprendí un nuevo idioma, por mi cuenta y también a tocar la guitarra, a dibujar y pintar, también descubrí que lograba aprender a mi ritmo y en mi tiempo, lo cual me sirvió para los estudios doctorales años más tarde. 


Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas. Mi vida estudiantil estuvo marcada por muchos fracasos, que me hicieron dudar de mis capacidades y de mi inteligencia. Intenté ingresar a la escuela de Psicología y fracasé en los dos intentos. Finalmente logré ingresar a la escuela de derecho y no logré graduarme con mi generación sino varios años después. 


No soy un prodigio musical, ni quiero serlo, y me pregunto si con un poco más de práctica hubiera llegado a ser un mejor músico o un mejor pintor. 


Aunque no todos los músicos pueden ser iguales o superiores a Mozart, o todos los futbolistas puedan jugar como David Beckham o todos los cantantes logren la voz de Michael Jackson, la verdad es que la práctica y el ambiente adecuados logran más que las capacidades innatas.


En pocas palabras esto confirma que “la práctica hace al maestro", así que lejos de atribuir la excelencia a capacidades innatas en algunos prodigios de la música, el arte o la ciencia, deberíamos pensar, como lo propone Gordon Stobart en su obra “El aprendizaje experto” (2014) a propiciar ambientes que logren desarrollar las capacidades de los estudiantes, aun de los que se consideren promedio o “del montón”, para alcanzar la excelencia.


En conclusión, Stobart afirma que cualquier persona puede desarrollar sus capacidades de aprendizaje mediante la práctica constante, en un ambiente propicio y con las condiciones que le faciliten el desarrollo de sus capacidades. Esto es algo que debería ser tomado en cuenta en todos los ambientes educativos, pero no es así.


Referencias:


Gardner, H. (2011). Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. Basic Books.
Stobart, G. (2014). El aprendizaje experto. España: Morata.




jueves, 16 de junio de 2022

¿Qué hay en la educación del futuro?

Han pasado varios años desde que escribí en este blog, que empecé al mismo tiempo que iniciaba el doctorado en Tecnología educativa.

Como dice el dicho, "ha corrido mucha agua bajo el puente" desde entonces. 

Mientras la pandemia por Covid-19 continúa, los retos para los docentes, alumnos y todo el sistema educativo también continúan. La educación a distancia de emergencia, no dio los resultados esperados y algunas voces dicen que se han perdido años de estudio debido al cierre de las escuelas. ¿cómo se puede remediar, si es que se pueda remediar, el efecto de la pandemia en la educación?

Vamos a hacer una reflexión.

En los últimos años he tenido la oportunidad de asesorar varios trabajos de titulación a nivel licenciatura y posgrado que han abordado el tema de la tecnología educativa, desde varios aspectos, unos enfocados en el uso de aplicaciones, otros el desarrollo de habilidades y competencias para el aprendizaje de lenguas y otros el desarrollo de habilidades y competencias digitales en docentes y estudiantes. 

Lo que he podido ver es que el interés de las nuevas generaciones de docentes no termina de penetrar las primeras capas del amplísimo y profundo campo de las tecnologías educativas, sí en plural. 

Estoy convencido que cada nueva aplicación, cada nueva metodología, cada nuevo enfoque educativo, apenas logra mirar la superficie de las necesidades tecnológicas y pedagógicas, no logran penetrar en el fondo de las necesidades educativas de los entornos educativos específicos.

Por esa razón he animado a mis estudiantes de nivel licenciatura y posgrado a contextualizar con mayor precisión sus propuestas educativas, lo cual es una tarea árdua, cansada y hasta incomprendida. 

Foto de Marvin Meyer en Unsplash


Dos cosas valen la pena considerar.

En primer lugar, no hay dos contextos educativos iguales, todos son diferentes. Por lo tanto las respuestas, propuestas y soluciones que pueden funcionar en un contexto, no necesariamente funcionan en todas partes. Esto es algo tan elemental que no se toma en cuenta en los programas nacionales de educación. No existe la solución unitalla. Si no se toma en cuenta el conexto económico y social, cualquier programa educativo fracasará. No importa si el programa dio resultado en Noruega o Findlandia, el contexto de las comunidades rurales de Yucatán no son como las comunidades rurales europeas, ni siquiera de las comunidades del centro o norte de México. 

En segundo lugar, las mejores tecnologías son las que se adaptan al contexto educativo específico. Para eso se requiere que se hagan muchas pruebas con tecnologías variadas para encontrar aquellas que mejor funcionan, es un enfoque pragmático, pero si una tecnología no funciona, no tiene caso seguir insistiendo en ella.  Por ejemplo, en algunos lugares se sigue insistiendo en obsequiar equipo de cómputo móvil a los estudiantes, sin tomar en cuenta sus ambientes sociales y económicos. Las computadoras por sí solas no mejoran el aprendizaje, eso ya es una verdad de perogrullo, sin embargo se sigue insistiendo en repartir equipos cuando eso no es lo que se necesita. 

Lo que sí urge, es el desarrollo de competencias digitales, tanto para estudiantes como para docentes. 

¿Qué se quiere decir con eso?

De acuerdo con el Instituto para el Futuro de la Educación “La competencia digital no se trata únicamente de una habilidad sino de un conjunto de habilidades que facilitan el trabajo en equipo, el aprendizaje autodirigido, el pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación”.

La clave está en que las competencias digitales permitirán a estudiantes y docentes enfrentar los cambios de un futuro no muy lejano que va a requerir de habilidades y conocimientos tecnológicos para ser exitosos.

La UNESCO reconoce que las competencias digitales son esenciales para el empleo y la inclusión social y afirma: 

"En general, se considera que las competencias digitales básicas, o sea, las competencias funcionales fundamentales para el uso elemental de los dispositivos digitales y las aplicaciones en línea, al igual que las competencias convencionales de la lectura, la escritura y el cálculo, son parte esencial de la nueva gama de competencias en alfabetización durante la era digital"

Así que...

Es  hora de comenzar a prestar más atención al desarrollo de competencias digitales ya que si los estudiantes y docentes no desarrollan estas habilidades, conocimientos y actitudes, de nada sirve el mejor equipo de cómputo.

De esa manera, los docentes y estudiantes, estarán mejor preparados para enfrentar los retos del futuro social, formativo y laboral.


viernes, 26 de mayo de 2017

Actualizarse o volverse inadecuado

En menos de 2 horas dos personas, sin relación entre ellas,  se me acercaron para decirme que intentaban hacer algo con sus computadoras y no podían lograrlo. La primera no podía descargar sus fotografías del iPhone a la computadora con Windows 10, la segunda no podía enviar archivos desde su MacBook al aula virtual de la universidad.



Ambos casos tenían algo en común: la falta de actualización de sus dispositivos.

El primer caso se resolvió actualizando iTunes y reiniciando el reconocimiento de dispositivos en Windows, El segundo se resolvió actualizando Java para que tanto Firefox como Safari le permitiera la función "drag and drop" (arrastra y suelta) de los archivos. En ambos casos al final tuvimos clientes satisfechos.

Esto me da una gran lección que no tiene que ver solamente con la actualización de las máquinas, también tiene que ver con las personas. Así como la actualización de software y hardware mantiene a las máquinas funcionando con precisión, las personas también necesitan actualizarse en software y hardware. Permíteme hacer esta analogía.

Nuestro software son nuestras conocimientos, actitudes y aptitudes. Necesitamos ponernos al día en todo lo que hacemos para seguir siendo vigentes, actuar adecuadamente y dar buenos resultados. ¿cómo lo hacemos?

1. Dedicando tiempo a aumentar nuestros conocimientos en nuestro campo de especialidad
2. Desarrollando o perfeccionando nuestras habilidades mentales
3. Aprendiendo nuevas técnicas o métodos de hacer las cosas.
4. Descubriendo nuevas formas de actuar y practicar constantemente hasta dominarlas.
¿Cuándo tiempo dedicas a mejorar su conocimientos, actitudes y habilidades mentales)

Nuestro hardware es nuestro cuerpo, y aunque es dificil que encontremos piezas para hacer un "upgrade" podemos logar que nuestro cuerpo se mantenga en óptimas condiciones por más tiempo, ¿cómo?
1. Practicando algún deporte , en particular descubrí que el ciclismo le dió nueva vida a mis músculos.
2. Alimentándote sanamente. Se dice que somos lo que comemos y es cierto.
3. Balancear trabajo con descanso. Hay días más agotadores que otros, debemos escuchar nuestro cuerpo y hacerle caso. Tomarnos un buen descanso o pasar unos minutos en la alberca sin sentir culpa puede renovarnos y prepararnos par el trabajo diario.

Así que la próxima vez que sientas que "NO puedes hacer" algo, quizás necesitas una actualización, de software o de hardware.

Me gustaría saber tu  tu opinión al respecto, escríbeme, comenta y comparte.