jueves, 16 de junio de 2022

¿Qué hay en la educación del futuro?

Han pasado varios años desde que escribí en este blog, que empecé al mismo tiempo que iniciaba el doctorado en Tecnología educativa.

Como dice el dicho, "ha corrido mucha agua bajo el puente" desde entonces. 

Mientras la pandemia por Covid-19 continúa, los retos para los docentes, alumnos y todo el sistema educativo también continúan. La educación a distancia de emergencia, no dio los resultados esperados y algunas voces dicen que se han perdido años de estudio debido al cierre de las escuelas. ¿cómo se puede remediar, si es que se pueda remediar, el efecto de la pandemia en la educación?

Vamos a hacer una reflexión.

En los últimos años he tenido la oportunidad de asesorar varios trabajos de titulación a nivel licenciatura y posgrado que han abordado el tema de la tecnología educativa, desde varios aspectos, unos enfocados en el uso de aplicaciones, otros el desarrollo de habilidades y competencias para el aprendizaje de lenguas y otros el desarrollo de habilidades y competencias digitales en docentes y estudiantes. 

Lo que he podido ver es que el interés de las nuevas generaciones de docentes no termina de penetrar las primeras capas del amplísimo y profundo campo de las tecnologías educativas, sí en plural. 

Estoy convencido que cada nueva aplicación, cada nueva metodología, cada nuevo enfoque educativo, apenas logra mirar la superficie de las necesidades tecnológicas y pedagógicas, no logran penetrar en el fondo de las necesidades educativas de los entornos educativos específicos.

Por esa razón he animado a mis estudiantes de nivel licenciatura y posgrado a contextualizar con mayor precisión sus propuestas educativas, lo cual es una tarea árdua, cansada y hasta incomprendida. 

Foto de Marvin Meyer en Unsplash


Dos cosas valen la pena considerar.

En primer lugar, no hay dos contextos educativos iguales, todos son diferentes. Por lo tanto las respuestas, propuestas y soluciones que pueden funcionar en un contexto, no necesariamente funcionan en todas partes. Esto es algo tan elemental que no se toma en cuenta en los programas nacionales de educación. No existe la solución unitalla. Si no se toma en cuenta el conexto económico y social, cualquier programa educativo fracasará. No importa si el programa dio resultado en Noruega o Findlandia, el contexto de las comunidades rurales de Yucatán no son como las comunidades rurales europeas, ni siquiera de las comunidades del centro o norte de México. 

En segundo lugar, las mejores tecnologías son las que se adaptan al contexto educativo específico. Para eso se requiere que se hagan muchas pruebas con tecnologías variadas para encontrar aquellas que mejor funcionan, es un enfoque pragmático, pero si una tecnología no funciona, no tiene caso seguir insistiendo en ella.  Por ejemplo, en algunos lugares se sigue insistiendo en obsequiar equipo de cómputo móvil a los estudiantes, sin tomar en cuenta sus ambientes sociales y económicos. Las computadoras por sí solas no mejoran el aprendizaje, eso ya es una verdad de perogrullo, sin embargo se sigue insistiendo en repartir equipos cuando eso no es lo que se necesita. 

Lo que sí urge, es el desarrollo de competencias digitales, tanto para estudiantes como para docentes. 

¿Qué se quiere decir con eso?

De acuerdo con el Instituto para el Futuro de la Educación “La competencia digital no se trata únicamente de una habilidad sino de un conjunto de habilidades que facilitan el trabajo en equipo, el aprendizaje autodirigido, el pensamiento crítico, la creatividad y la comunicación”.

La clave está en que las competencias digitales permitirán a estudiantes y docentes enfrentar los cambios de un futuro no muy lejano que va a requerir de habilidades y conocimientos tecnológicos para ser exitosos.

La UNESCO reconoce que las competencias digitales son esenciales para el empleo y la inclusión social y afirma: 

"En general, se considera que las competencias digitales básicas, o sea, las competencias funcionales fundamentales para el uso elemental de los dispositivos digitales y las aplicaciones en línea, al igual que las competencias convencionales de la lectura, la escritura y el cálculo, son parte esencial de la nueva gama de competencias en alfabetización durante la era digital"

Así que...

Es  hora de comenzar a prestar más atención al desarrollo de competencias digitales ya que si los estudiantes y docentes no desarrollan estas habilidades, conocimientos y actitudes, de nada sirve el mejor equipo de cómputo.

De esa manera, los docentes y estudiantes, estarán mejor preparados para enfrentar los retos del futuro social, formativo y laboral.